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Introducción
Recientemente, mientras navegaba por Internet, vi una noticia en la BBC en la que investigadores de mercado afirmaban que los finlandeses eran los más felices del mundo según una encuesta exhaustiva hacia el comportamiento del consumidor.
Como soy un investigador de mercado escéptico ante la idea de medir con precisión una construcción tan complicada como la felicidad a través de métodos cuantitativos, decidí leerlo.
Resulta que el Informe Mundial sobre la Felicidad es un estudio de 157 países realizado por investigadores de mercado que mide la "felicidad" de los habitantes.
He leído varios de estos casos y parece que por lo general hay una fuerte presencia nórdica y escandinava en la parte superior de la tabla y este año no fue la excepción, con Finlandia siendo coronado como el país más feliz del mundo, según el estudio.
1. Observaciones iniciales
Un hallazgo interesante, sin embargo, es que según sus medidas, los países latinos tendían a estar mucho más arriba en la lista de lo que deberían estar cuando los investigadores de mercado tenían en cuenta sus ingresos.
Este fenómeno fue analizado por el Dr. Mariano Rojas, economista e investigador de mercado de la Universidad de Puebla en México.
Su análisis continuó señalando varios puntos, en primer lugar, que las medidas están descuidando aspectos importantes del comportamiento del consumidor, como lo son el bienestar y la felicidad tal y como se ve en América Latina.
En segundo lugar, el reconocimiento de los valores sociales en las medidas permitiría una mejor medición.
Una de esas explicaciones es la alta cultura orientada a las relaciones humanas de América Latina.
2. Metodología del estudio
Como era de esperar para un investigador de mercado, y a pesar de argumentar a favor de la locura de hacer una medida única para la felicidad dentro del comportamiento del consumidor, el argumento luego profundiza en los valores y más matemáticas y correlaciones con la felicidad, como Life Evaluation cambiando el modelo para que sea menos dependiente de los ingresos y más sobre factores sociales para explicar la felicidad.
Luego, mediante un ejercicio de regresión, se muestra otra variable, el afecto positivo, que es mayor en América Latina de lo que se pronosticaría por el ingreso.
La conclusión fue que las variables utilizadas por los investigadores de mercado para el estudio tienen menos precisión en América Latina; sin embargo, iría un paso más allá y argumentaría que es inútil medir la felicidad.
3. Sesgos de investigación
Si bien no estoy muy convencido con la explicación antes mencionada, donde creo que la falta de pensamiento sobre la cultura comienza a distorsionar el análisis es cuando otra construcción cultural que menciona el Dr. Rojas, que estoy de acuerdo ayuda a explicar la importancia de fomentar los lazos familiares en América Latina, y qué tan unidas permanecen las familias a lo largo de su vida en comparación con otros países occidentales, utilizando varias medidas cuantitativas como el tiempo dedicado a fomentar los lazos familiares y el tiempo que viven en casa como variables.
Estas variables mostraron a países latinos por un lado y países nórdicos escandinavos por el otro.
Como investigador de mercado, creo que este análisis es erróneo y delata una falta de conocimiento de la cultura escandinava.
Como latinoamericano casado con una sueca puedo dar fe de que los lazos familiares en Suecia están mucho más ritualizados que en América Latina, los juegos de mesa y las reuniones familiares oficiales son muy comunes (mucho más que los más informales en América Latina) y los lazos familiares tan fuertes como los latinos.
La forma en que se entiende la paternidad en la cultura también tiene un efecto en los resultados, como en América Latina, donde la paternidad y la infancia se entienden principalmente como un proceso de protección y muy dependiente de un entorno que de otro modo sería hostil.
Esta situación llevaría a los encuestados a tender a estar de acuerdo en que uno debe cuidar de la familia primero, o que hacer que los padres se sientan orgullosos es lo más importante, influyendo de manera importante en el comportamiento del consumidor.
Por el contrario, en Escandinavia, donde la paternidad se entiende como la creación de individuos 'independientes'.
De hecho, esto no significa que los padres escandinavos estén menos preocupados por sus hijos o familias menos cercanas, solo significa que los valores que sostienen son distintos.
Esto hace que los valores que utiliza como medio de explicación sean inútiles.
Conclusión
Si bien podría seguir y romper los valores que dicho investigador de mercado usó uno por uno, creo que he dejado claro que la falta de comprensión de cuáles son los valores y representaciones culturales hace que el análisis de estructuras muy complicadas, como la felicidad, sea casi imposible.
Es solo a través de una mirada profunda a cómo se entienden los conceptos en las diferentes culturas que se puede obtener un conocimiento práctico real.
De lo contrario, corremos el riesgo de realizar un análisis sobre el comportamiento del consumidor poco profundo e inexacto, independientemente de cuán sofisticados sean los métodos que estemos utilizando.
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